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Rabietas
Los comportamientos como llantos, gritos, dar patadas, tirar cosas, etc.,son propios de los niños y niñas en los primeros tres años de vida. Algunos niños pueden tener rabietas más frecuentes que otros y para los padres pueden resultar comportamientos muy molestos.
Es importante entender que estos comportamientos contribuyen al desarrollo psicológico de los niños y son un período normal y necesario en su evolución. A través de las pataletas los niños empiezan a expresar más su yo, a dar los primeros pasos donde diferencian su mente de la mente de sus padres. Es decir, empiezan a sentirse y a darse cuenta que son una mente independiente a la de sus padres, que pueden hacer cosas por sí mismos, que sus deseos no coinciden con los de sus padres, y que necesitan y pueden querer tener más control sobre todo lo que les rodea. Éste deseo de independencia y de tomar conciencia puede resultar muy abrumador. Los niños no disponen de las habilidades para expresar y regular sus emociones, dando lugar a explosiones emocionales o rabietas como forma de expresar enfado y frustración.
Las rabietas, al igual que otros comportamientos típicos de la edad, suelen desaparecer por sí solas.
Es importante que los padres estemos presentes; se trata de oportunidades para apoyar, acompañar y educar al niño a reconocer y regular sus emociones y necesidades. Como padres es importante aprender a identificar en qué situaciones, por qué causas y en qué momentos surgen las rabietas. Esto es importante porque dependiendo de la causa lo manejaremos de una forma u otra. Es decir, no es lo mismo que el niño esté cansado o tenga sueño, o que se monte la rabieta porque quiere conseguir algún juguete. El motivo de la rabieta nos dará la forma de manejarla y ayudarle así a regular sus emociones y necesidades.
Os recomendamos buscar ayuda psicológica cuando las rabietas ocurren en edades más avanzadas, puesto que pueden ser un indicador de una gran dificultad para regular las emociones o un indicador de problemas del comportamiento. La ayuda profesional podrá aliviar a los padres y al niño y mejorar el vínculo entre vosotros. Además, si las rabietas se dan entre el primer y tercer año pero se dan las siguientes circunstancias, la terapia psicológica os guiará para gestionarlo:
- Pensáis que no podéis gestionarlo sin alguna pauta.
- Las rabietas os parecen demasiado intensas y muy frecuentes.
- Desde el entorno cercano del niño (profesores, monitores, etc.) os indican que las rabietas son demasiado frecuentes o intensas.
- Si el niño se hace daño o hace daño a otros durante este estado emocional.
- Las rabietas hacen que el niño tenga dificultades para relacionarse con sus hermanos, amigos u otros miembros de la familia.
- Cuando os cuesta calmar al niño y poner límites.
- Cuando sentís que no entendéis qué genera las rabietas o cómo llevar a cabo las pautas que os dan profesores, pediatras, etc.
- Cuando las propias rabietas hacen que empieces a sentir rechazo por tu hijo.
- Como padres o madres, si ante estas conductas os sentís muy desbordados, sentís que perdéis el control o sentís mucha rabia.