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Relaciones
Mucho se ha hablado de las relaciones con los demás últimamente. Hay incluso algunas palabras que ya se han hecho “trending topic” y que todos, de alguna u otra forma conocemos. ¿Quién no ha oído hablar de las relaciones tóxicas? Otros términos relacionados son la dependencia, la codependencia emocional, los vínculos, etc.
Cuando hablamos de relaciones hay un amplio abanico de categorías. Las primeras: con los padres, madres, abuelos o cuidadores principales. Las siguientes: con los iguales, los compañeros de colegio, instituto, universidad, máster, trabajo, los profesores, los tutores o los jefes. Y luego algunas muy cercanas: las amistades y la relación de pareja. Con tan amplia variedad, te preguntarás ¿cómo abarcamos todo esto?
¿Y si te digo que todo lo que nos pasa en el día a día está en relación con las personas? Piensa en algunas frases que tú mismo o alguien cercano a ti, habréis dicho alguna vez: “soy amable”, “a mí me cuesta abrirme”, “soy buena gente”, “soy una persona difícil”, “soy sincera”, “mis amigos dicen que siempre voy a la mía”. Aunque algunas de ellas son adjetivos que hacen referencia a uno mismo, todas estas expresiones tienen que ver con los otros.
Las relaciones pueden ser una fuente de bienestar casi inagotable. Sin embargo, a veces esta fuente se torna seca, árida, el agua que da es amarga o nos irrita la piel y nos hace perder los sentidos.
Cuando las relaciones se vuelven en algún punto, una fuente de malestar, es cuando hay que tratarlas. No importa el tipo de relación que haya que revisar. Algo ha pasado que la fuente puede haber dejado de darnos “el agua que necesitamos”.
Por eso es tan importante entender qué nos ocurre, de dónde viene el malestar, qué pasó, cómo nos explicamos nuestra propia historia a nivel relacional, qué esperamos, qué evitamos, qué nos falta. Para responder a estas y otras preguntas te acompañamos a poner luz allá donde ahora puede haber sombras.